El hemisferio derecho del cerebro se ocupa más de la parte creativa, emocional, no verbal. Se dice que esta zona del cerebro recuerda, imagina y piensa sólo en imágenes, como si de una película muda se tratara. El hemisferio izquierdo se ocupa de la parte más analítica, secuencial, teórica y relacionada directamente con la comunicación verbal. Destaca por encontrarse ahí dos estructuras que se relacionan con la capacidad de comunicarse de las personas: El área de Broca y el área de Wernicke, especializadas en la expresión oral o recepción del habla, respectivamente. En el caso de daño en estas zonas, en el área de Broca imposibilitaría la escritura y el habla, mientras en el área de Wernicke tendría problemas de expresión y comprensión del lenguaje. El tratamiento del currículo escolar se ubica en el entrenamiento de este hemisferio. No obstante, no hay que pasar por alto que ambos hemisferios convergen y funcionan de manera interconectada. Estos hemisferios cuentan con una relación inversa en relación con el propio cuerpo.

En música, por ejemplo, la información melódica, regulación de emociones y la expresión artística se sitúa en el hemisferio derecho, mientras que en el izquierdo podemos encontrar el tratamiento secuencial de la música y el ritmo, además de la propia ejecución musical.
Es aquí donde podemos relacionar la práctica de un instrumento con una mejor disciplina y rendimiento académico. El alumnado que se ha expuesto a ello, encuentra menor dificultad al enfrentarse a asignaturas como la lectura y las matemáticas, concibiendo una mejor función cerebral en la edad adulta (Aparicio, 2002). Además, beneficios como la percepción auditiva más desarrollada, interconexión de ambos hemisferios, mayor bienestar (con ello, felicidad y autoconcepto/autoestima ajustado)
Aparicio, 2022: "Las personas que tienen el cerebro muy desarrollado, utilizan simultáneamente los dos hemisferios"
Bibliografía:
Aparicio Pérez, T. (2022). Las funciones de los hemisferios cerebrales. El comportamiento cerebral en la actividad musical, pp. 1-4.
Publicado por Andrea Jiménez
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